viernes, 26 de febrero de 2010

Son esos que no saben esperar.

Papeles inesperados son esos que te sorprenden mientras viajás en colectivo mirando por la ventana. Algunas veces son esos que estabas buscando y no llegan hasta muy entrada la madrugada; otras, son algunos pensamientos que, arrinconados entre tanto papelerío mental, no podemos ver.

"Papeles inesperados" también es un libro de Cortázar que recopila escritos inéditos encontrados en un cajón de su escritorio. Papeles inesperados son los que no te dejan dormir, los que quieren convertirse en tinta, los que buscan escapar de un cuaderno.

Papeles inesperados son esos que no saben esperar porque necesitan empezar a ser. Te piden un teclado o una lapicera estés donde estés. Te piden un cuaderno o una servilleta porque necesitan salir al mundo, devorarse las palabras y multiplicarse en letras. Te piden ser verso y prosa, rima y punto a parte. Los papeles inesperados te piden ser porque, desesperados, son esos que no saben esperar.

Papeles inesperados son los que quieren escapar a toda cárcel, a los prejuicios del mundo. Son la ansiedad del que escribe y la curiosidad del que lee. Los papeles inesperados son el asombro y el suspenso de no saber qué esperar cuando llegan a tus manos. Inesperados, impredecibles, son el alivio de los que no sabemos esperar.

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