lunes, 31 de enero de 2011

Once minutos, Paulo Coelho

La pasión hace que uno deje de comer, de dormir, de trabajar, de estar en paz. Mucha gente se asusta porque, cuando aparece, derrumba todas las cosas viejas que encuentra.
Nadie quiere desorganizar su mundo. Por eso, mucha gente consigue controlar esta amenaza, y es capaz de mantener en pie una casa, o una estructura, que ya esta podrida. Son los ingenieros de las cosas superadas. Otra gente piensa exactamente lo contrario: Se entrega sin pensar, esperando encontrar en la pasión las soluciones para todos sus problemas. Descarga sobre la otra persona toda la responsabilidad por su felicidad, y toda la culpa por su posible infelicidad. Está siempre eufórica porque algo maravilloso sucedió, o deprimida porque algo inesperado acabó destruyéndolo todo.
Apartarse de la pasión, o entregarse ciegamente a ella, ¿Cuál de las dos actitudes es la menos destructiva? No sé.

jueves, 27 de enero de 2011

Eventualmente hoy

Siempre estoy en desventaja con vos, siempre estás rompiéndome un poco el corazón. Y estoy yo rompiéndome la vida para no llorar, apretando los dientes, encerrando mi mente para que no seas ni nombre ni color, para no seas ni seamos, ni seremos. Eventualmente seremos extraños y algún día creeremos habernos conocido para luego darnos cuenta de que nunca ocurrió, que eran otras personas, en otra hoja, en diferente renglón. Eventualmente quizás sea hoy.

Y -casi por accidente si es necesario- que dejes de creerte el dueño de todo lo que soy, que jamás lo fuiste siquiera de lo que fui. Que dejes de no mirarme como si eso me fuera a matar, que tus besos son naranjas pero no son la vida eterna. Y que dejes de mirarme como si fueses el dueño de todo lo que soy, de todo lo que hay en mí. Que voy a apretar los dientes de nuevo y a decir que no, que dejes de mirarme así, que tus besos van a ser siempre naranjas pero no son la vida eterna, ni son los dueños de todo lo que hay en mí.

Existe

Existe la posibilidad de que aún te abrace, de que aún te bese. Existe la posibilidad de que nos saquemos todo este tiempo del medio, que no haya más que manos entre nosotros y que todo lo que seamos sea el espacio nuestro. Existe la posibilidad de que seamos -todavía existe- vos y yo.